ANTES DE INICIARNOS EN ESTA FANTASTICA AVENTURA VAMOS A HACER UN REPASO DE LO QUE HA SIDO NUESTRA HISTORIA BALLENERA
El primer dato sobre la caza de ballenas por los pescadores vascos data del año 670. Un cargamento de diez toneladas de aceite de ballena o sain fue enviado al Monasterio de Jumieges a orillas del Sena. Y fue en el año 1670 cuando la especie de esta ballena, ballena franca glacial (Eubalaena glacialis) fue considerada extinguida comercialmente. La mayor actividad de los balleneros vascos fueron los siglos XIV y XV y a raíz de que las flotas holandesas, británicas y alemanas comenzaron con esta actividad comenzó a desaparecer esta especie del Golfo de Vizcaya.Esta caza se realizó en un principio en las costas del mar Cantábrico. La especie que se cazaba era la ballena franca glacial. La pesca intensiva en las costas hizo que los vascos perfeccionasen sus sistemas de caza hasta lograr llegar primero al mar del Norte y progresivamente a Islandia y más tarde a las costas de Labrador y Terranova en (Canadá). Aparte de ballenas también buscaban comerciar con pieles y, sobre todo, pescar bacalao. Todo este comercio y relación con los pobladores locales tuvo como consecuencia la aparición de sendos pidgin; el vasco-islandés en Islandia y el algonquino-vasco en Terranova y Labrador.
La caza de la ballena
La caza de la ballena franca glaciar tenía la ventaja de que una vez muerta, ésta no se hundía como ocurría con otras especies. Esto supuso que principalmente se utilizasen dos técnicas a la hora de la caza.
Caza en el Cantábrico
La caza se realizaba en las costas del Cantábrico, para lo cual se disponía de atalayas en las que un vigía observaba el paso de las ballenas. En el momento adecuado daba un aviso al puerto de tal forma que los arrantzales se subían a sus chalupas (los botes), tras lo cual se iniciaba una carrera por arponear primero a la ballena, ya que el primero obtenía ciertos privilegios en la venta del animal, derivándose de ello disputas entre los distintos pueblos costeros.
Gracias a la tenacidad de la historiadora inglesa Shelma Huxley que vivió muchos años en Oñate (Gipuzkoa) renacen viejas gestas de los balleneros de Euskadi que llegaron a América ciento y pico años antes que Colón no para matar indios sino para pescar ballenas.
La 37 sesión del Comité de Patrimonio Mundial (CPM) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) acaba de inscribir a la estación balnearia de Red Bay en Canadá en la Lista de Patrimonio Mundial, llevando el total de Sitios Patrimonio Mundial en ese país a 17, tras examinar las 32 candidaturas presentadas. La Ikurriña y la bandera canadiense ondearon juntas, según la web aboutbc el 23 junio, 2013
Francisco Javier Gutiérrez, vicepresidente de la sesión, a nombre del comité de 21 miembros, expresó sus felicitaciones a Canadá por la inscripción de la propiedad en la prestigiosa lista de la UNESCO.
Localizada en la provincia Labrador de la costa del Estrecho de Belle Isle, Red Bay ofrece el testimonio más antiguo, integral y mejor preservado de una estación balnearia preindustrial en la zona del Ártico. Se encontraron restos de antiguos asentamientos y pecios, entre ellos el de la nao San Juan de Pasaia. Esta nao fue descubierta en los fondos de Terranova gracias a las investigaciones de Selma Huxley. Se levantó un documento del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), un órgano asesor de las propiedades culturales del CPM. La sesión 37 del CPM, que se realizó en Phnom Penh, y se ha clausurado en Angkor el 27 de junio.
Siglo XVI
Construido en Pasaia, el ballenero San Juan es un ejemplo de los primeros buques de carga transoceánicos que zarpaban del País Vasco hacia Terranova. Reflejo del esplendor y hegemonía mundial de la industria marítima vasca, se hunde en la costa de Canadá, en Red Bay en el año 1565.
Año 1978
Más de 400 años después el equipo de arqueólogía canadiense de Parcs Canada encuentra el pecio y lo investigan en una excavación submarina ejemplar para el mundo de la arqueología marítima. Después de más de treinta años de estudio, es el buque mercante del siglo XVI que mejor se conoce y se ha convertido en el icono que símboliza el Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO.
Año 2013
Dentro de la Capitalidad Cultural Europea Donostia/San Sebastián 2016 y con el apoyo científico del Gobierno de Canadá, se vuelve a co
nstruir la nao San Juan en Pasaia. Al igual que unía Europa con América en el siglo XVI, la nao San Juan permitirá a los dos países navegar hacia el futuro a partir de un pasado compartido.
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