Historia De Nuestro pueblo
Pasai Donibane, antes de ser constituido como Ayuntamiento propio, sufrió el dominio de dos localidades:
1º De parte de Donosti-San Sebastián, que en virtud de la carta de Repoblación y Fueros que le fueron concedidos por Sancho el Sabio de Navarra, Pasaia quedó incluida entre los territorios concedidos a aquella ciudad.
2ª Más tarde, en el año 1203, Alfonso VIII de Castilla otorgó a Hondarribia categoría de Villa y, entre otros, le concedía la jurisdicción sobre Pasai Donibane. Esta doble dependencia provocó conflictos que se prolongaron a lo largo de los siglos. Donosti se apropió del puerto, sometiendo a su control nuestra villa, aparte de otras pretensiones basadas en su primer dominio administrativo sobre Pasaia. Con Hondarribia, las disputas fueron frecuentes, y en ocasiones graves. Como tales pueden ser las originadas por las derramas y contribuciones duras para este pueblo; sus disposiciones sobre las pesas y las relativas al enrolamiento de los hombres de mar, sobre el derecho a organizar su propia defensa y sobre el aprovechamiento del monte Jaizkibel. Casos como el encarcelamiento de Antón Descalante y Juanicot de Samatot (1514) como responsables de la negativa de Pasaia a pagar una injusta contribución a Hondarribia, ocasión en la que algunos de este pueblo saquearon casas de nuestra localidad; o como el forzamiento de puertas de algunos establecimientos a causa de las negativas de los de Donibane al cotejo de pesas y medidas que, por derecho, cornpetía a Donibane. Asimismo, contra un derecho inmemorial que correspondía a Donibane, Hondarribia, en 1589, pretendió que la lista de los hombres de mar fuera enviada al Regimiento de aquella Villa. Lo mismo se debe decir en relación con la facultad que de tiempos atrás, pertenecía a Pasai Donibane de disponer en lo militar, y que Hondarribia quiso conculcar, en 1684, al ordenar a Pasai Donibane que formase una guardia destinada al Castillo de Santa Isabel. Lo dicho constituyen unos ejemplos de las violaciones injustas que se cometían contra los vecinos de este pueblo.
Las imposiciones y arbitrariedades, llevadas a cabo durante siglos por Hondarribia, y el dominio ejercido sobre el puerto y su comercio por Donosti, incitaron a los prohombres de Pasai Donibane a demandar a la Cámara Real se le declarase Villa independiente. Fue Don Juan Bautista de Arizabalo, capitán y regidor, que dirigía en aquella época los asuntos de este pueblo, quién en unión con sus regidores y diputados, elevó en 1765 a dicha Cámara un memorial por el que se solicitaba la concesión y reconocimiento como Villa de Pasajes de San Juan. La tramitación de esta solicitud fue larga y grandes los empeños en contra de la misma llevadas a cabo por Donosti y Hondarribia. Al final, se impusieron los alegatos de Pasai Donibane, y el rey Carlos III acordó erigirla como villa el 10 de abril de 1770. Con todo, la villa no consiguió una des sus aspiraciones seculares, el dominio del canal y del puerto. Así, después de este acuerdo Real, Donibane ha gozado de ayuntamiento propio hasta la actualidad.
Más tarde, el 1 de junio de 1805, Pasai San Pedro se incorporó a Pasai Donibane, al igual que, a principios del siglo XX se adhirió Pasai Antxo. De esta forma, los tres Pasajes, a los que se añade el distrito de Trintxerpe, contituyen un único ayuntamiento.
En 1805 y 1806 existieron algunos intentos para anexionar Pasaia, junto con Hondarribia y Lezo al reino de Navarra. Pero tales empeños fallaron.
FIESTAS
Las fiestas oficiales del pueblo son dos:
Las pequeñas se celebran en junio, Sanjuanes y la mayores van en julio, desde la víspera de Santiago hasta el día de San Ignacio.
Para la mayoría de los sanjuandarras, probablemente el día más especial del año. San Pantaleón, 27 de julio. La gente se viste de arrantzale. A la tarde, las cuadrillas reparten sardinas entre la gente, y a la noche después de haber cenado marmitako, se toca la tamborrada en medio de un ambiente extraordinario.
Otras peculiaridades
El pueblo está dividido en dos partes claramente diferenciadas, la «parte moderna» por llamarla de algún modo, y la parte vieja. Podríamos incluir también en esta lista los caseríos, tipo de vida en retroceso en el pueblo como consecuencias de la «vida moderna». Es un pueblo con forma alargada debido a que, por un lado, se encuentra con las aguas de la bahía, y por el otro, el acusado desnivel de las laderas del monte Jaizkibel no permiten la construcción a lo ancho. Tiene un único acceso por carretera, ya que la otra «punta» del pueblo finaliza, después de haber dado un bonito paseo, en el mar.